Silvia Chávez desea ser un ejemplo para sus hijos y según ella lo está logrando gracias al apoyo que ha recibido del Programa C.A.R.O.N. de la Oficina del Sheriff del Condado de San Mateo.
Silvia llegó a Estados Unidos hace 17 años de Michoacán, México, sin saber leer ni escribir. Sus padres se separaron cuando ella tenía 10 años de edad y pasó al cuidado de su abuela quien desde entonces la obligó a trabajar.
Decidió viajar a tierras norteamericanas en busca de mejores oportunidades y en este país nacieron su hijo y sus dos hijas. Tomó clases de alfabetización y gracias a la visita de uno de los trabajadores de C.A.R.O.N. a la escuela Fair Oaks, en donde estudiaba su hijo, conoció este programa en 2006.
La Alianza Comunitaria para Revitalizar Nuestros Barrios o Programa C.A.R.O.N. por sus siglas en inglés, fue creado hace más de 10 años con el objetivo de ser el puente entre esta agencia del orden y la comunidad.
“Queremos que haya una mejor relación entre todos los residentes del condado y la policía, que confíen en nosotros y que nos ayuden a combatir el crimen pues ellos son nuestros ojos y nuestros oídos en las calles”, afirmó Christina Corpus, policía de la oficina del Sheriff y directora del programa, quien enfatizó que no tienen nada que ver con inmigración.
C.A.R.O.N. ofrece servicios como visitas domiciliarias a familias que tienen problemas o conflictos en las que se identifica la raíz del mismo y se remiten a agencias especializadas para tratar sus necesidades. También cuenta con academias para padres de familia cuyo objetivo es ayudar a mejorar la relación y comunicación con sus hijos.
Los talleres de prevención de pandillas, uso de drogas y de liderazgo son muy populares entre los residentes de las áreas no incorporadas del condado como North Fair Oaks en Redwood City y ciudades de la costa como Pescadero, Moss Beach, entre otras, en donde C.A.R.O.N. presta sus servicios.
“Yo no sabía nada sobre pandillas o drogas hasta que asistí a los talleres de C.A.R.O.N.”, dijo Silvia. Ahora, no sólo identifica el tipo de ropa y los colores que usan los pandilleros, sino las señas que utilizan para comunicarse y su forma de operación, conocimientos que les está transmitiendo a sus hijos.
“Un día les dije a mis niños que botaran a la basura la ropa de color rojo y azul porque no quiero que la usen. Alguien los puede confundir con pandilleros y hacerles daño. Esto ya ha ocurrido con otros jóvenes”, comentó.
Ahora Silvia quiere involucrar a sus hijos en este tipo de charlas para que ellos aprendan por sí mismos. En abril pasado, la familia entera asistió a un taller de prevención de pandillas. “Me gusta que se involucren en este tipo de actividades y conozcan a los policías, así ellos van a confiar más en los oficiales del Sheriff y van a pedirles ayuda en caso de que lo necesiten”, afirmó.
Salvador, su hijo de 14 años, ya está siguiendo los pasos de su mamá. Recientemente, el muchacho asistió a un taller de cuatro semanas de liderazgo juvenil organizado por C.A.R.O.N. “Me gusta asistir a estas clases porque son muy interesantes y sé que me van a ayudar en la vida”, dijo Salvador.
Silvia ha notado un cambio en su hijo después de asistir a estas clases. “Antes él tenía un temperamento muy fuerte y me contestaba, peleaba mucho conmigo, pero ahora no”, afirmó.
Corpus también ha visto muchos cambios en la comunidad. “Hace 10 años, cuando íbamos a hablar con la gente sobre un crimen que había sucedido nadie quería cooperar así hubiera 20 testigos. Actualmente, por la buena relación que hemos construido, son ellos los que nos llaman si ven a los jóvenes haciendo cosas que no deberían hacer o si hay pandilleros junto a sus casas vendiendo drogas. A nuestras clases cada vez llegan más personas y eso es una señal del compromiso que tienen para construir comunidades más saludables”, concluyó.
Para más información sobre el programa C.A.R.O.N. llame al (650) 261-9365.